Liderazgo
En los últimos años hemos asistido a un cambio profundo del paradigma de lo que constituye el liderazgo en la empresa. Hemos pasado de un liderazgo que se basaba, en muchas ocasiones, en el cumplimiento de los objetivos definidos por la persona que ocupaba el puesto de “jefe”, sin tener en cuenta si el grupo lo compartía o no, a un sistema de trabajo basado en la atracción y aceptación que la persona que desempeña el liderazgo ejerce en el grupo al que lidera.
En todo el mundo, las empresas han visto en los “coach” de éxito en los deportes (rugby, fútbol, básquet, etc.) modelos a imitar para poder conseguir éxitos similares en sus respectivos equipos en sus empresas.
El caso de Guardiola es un ejemplo paradigmático en el mundo del fútbol. Como entrenador del F.C. Barcelona consiguió resultados deportivos que han maravillado al mundo del fútbol nacional e internacional; logros que también ha alcanzado con su actual equipo, el Bayer de Munchen. Esto ha despertado la curiosidad de los expertos en liderazgo, para tratar de averiguar qué ha hecho de particular “Pep” con su equipo para alcanzar los resultados conseguidos.
Para nosotros, lo más importante, es descubrir qué cosas del liderazgo de Guardiola puedo yo aplicar a mi vida, en las circunstancias en que me encuentro hoy.
De las muchas cosas que nos ofrece Guardiola, voy a seleccionar tres que considero nos pueden servir a todos nosotros.
Sintonizar con tu pasión
Guardiola cuenta que todo empezó cuando, de niño, le pasaron un balón de fútbol, que él tocó con el pie y sintió una sensación particular en su cuerpo. Y decidió que a “eso” quería dedicar su vida…
Nosotros tenemos que analizarnos nosotros mismos y decidir qué cosas quiero realmente hacer en mi vida ahora. Cuando nuestra mente y nuestras acciones trabajan en sintonía es cuando usamos todo nuestro potencial.
Apelar al orgullo personal
Para conseguir lo mejor de los demás, hay que decirles cosas que les hagan sentirse importantes y capaces de sacrificarse por conseguir algo que sienten o en lo que creen profundamente. “Sintonizar” con cada persona de nuestro entorno para saber qué cosas son las que despiertan su orgullo personal es la tarea importante a la que nos tenemos que dedicar. Saber visionar y compartir ideales asumibles por los demás les hace muy poderosos. Si “Pep” lo hizo, nosotros también podemos.
Cuidar la comunicación personal
Aquí incluyo dos cosas: Transmitir repetidamente la idea del “nosotros”, del “equipo”. Usar palabras y acciones que demuestran que te sientes realmente uno más del equipo; El respeto por los demás: por los adversarios, por los árbitros, etc. Comuniquemos siempre, claramente, que creemos que los resultados que obtiene nuestro equipo, dependen de nosotros mismos. Concentrarnos en mejorar nuestro trabajo y no “perder” el tiempo hablando de cosas que nosotros no podemos controlar.
Resumiendo: Guardiola utiliza unas reglas que nosotros podemos usar sencillamente en nuestra vida y en nuestra profesión. El éxito o fracaso que obtengamos dependerá, en gran parte, de nosotros mismos.
Por: Manuel M. Hernández
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